Alexandre G. Troullioud Lucas, MD, MSc

Aunque el trasplante de médula ósea es eficaz, puede causar efectos secundarios y complicaciones. Además de cuidar pacientes, investigo para comprender mejor la información que nos brindan los resultados de los trasplantes en niños. Mi objetivo es utilizar estos conocimientos para desarrollar un algoritmo que pueda predecir los resultados, como la recaída, la infección y las complicaciones relacionadas, incluida la enfermedad de injerto contra huésped. A pesar de los avances significativos logrados en el trasplante de médula ósea, la recaída sigue siendo posible luego del trasplante, lo que representa una complicación grave con opciones de tratamiento limitadas. Si podemos identificar los factores que predicen quién tiene más probabilidades de recaer, podremos desarrollar estrategias para intervenir y, posiblemente, prevenir la recaída.

El proceso de trasplante de médula ósea es largo, por lo que llego a conocer muy bien a mis pacientes y sus familias. Tener la oportunidad de establecer relaciones duraderas con los pacientes y sus familias es una de las razones por las que elegí este campo. Cuando conozco a un nuevo paciente, intento hacerme una idea no solo de su dinámica familiar, sino también de sus necesidades y preferencias. Me gusta formar parte del equipo de cada familia; juntos tomamos decisiones sobre su atención.

La combinación del aspecto social de mi trabajo con la parte científica representa un reto intelectual que encuentro muy motivador. Es gratificante abogar por cada niño mientras se investiga para conocer mejor el sistema inmunitario y avanzar en este campo.

Durante mi formación, tuve el honor de ser reconocido como jefe de Residentes y jefe de Becarios; también recibí el Nurses’ Choice Award cuando trabajaba para conseguir mi beca en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center. Mis estudios me han llevado por distintos países que me han proporcionado una perspectiva amplia de la práctica de la medicina. Soy portugués y me crie en los Países Bajos, donde estudié medicina y realicé mis primeros estudios de posgrado. Hice mi primer año de residencia pediátrica en Buenos Aires, Argentina, completé mi residencia pediátrica en el Lincoln Medical and Mental Health Center en el Bronx y luego hice mi beca en hematología-oncología pediátrica en MSK y Weill Cornell Medicine.

Me ha beneficiado ver cómo se practica la medicina en distintos países. Conocer diferentes culturas me ha dado una amplia visión de la forma en que se presta y se recibe la atención médica en todo el mundo. Por ello, creo que los pacientes y las familias que atiendo ahora, muchos de los cuales vienen a MSK Kids desde distintas partes del mundo, también se beneficiarán de mi experiencia internacional.