El desarrollo del niño entre los 18 y los 24 meses

En esta información se enumeran las habilidades que es probable que su niño aprenda entre los 18 y 24 meses de edad.

Movimiento y desarrollo físico

Entre los 18 y 24 meses, su niño debería aprender a hacer lo siguiente:

• Subirse y bajarse de los muebles sin ayuda.
• Subir y bajar escaleras con ayuda.
• Caminar hacia atrás y hacia los lados.
• Saltar.
• Correr.
• Patear una pelota.
• Tirar una pelota e intentar atraparla.
• Dibujar o trazar líneas rectas y círculos.
• Puede enhebrar cuentas grandes en un hilo.

Habilidades socioemocionales y de autosuficiencia

Entre los 18 y 24 meses, es posible que su niño:

• Exprese diferentes emociones, como celos, miedo, enojo, alegría y amor.
• Se frustre fácilmente y le guste tener el control.
• Copie a los demás.
• Juegue solo durante unos minutos.
• Tenga problemas para compartir.
• Se quite los zapatos si tiene los cordones sin atar.
• Abra y cierre cremalleras grandes.
• Juegue con la comida.
• Se lave las manos con ayuda.
• Entienda la diferencia entre las cosas que se comen y las que no.

Habilidades relacionadas con el aprendizaje, el pensamiento y la resolución de problemas

Entre los 18 y 24 meses, es posible que su niño:

• Le guste jugar con Play-Doh® y pintar.
• Ponga pegamento sobre papel.
• Señale las prendas de vestir que se nombren.
• Explore armarios y cajones.
• Relacione sonidos con animales.
• Comience a clasificar las formas y los colores.
• Construya torres de 4 bloques o más.

Habilidades relacionadas con el habla, el lenguaje y la comunicación

Entre los 18 y 24 meses, es posible que su niño:

• Intente cantar al ritmo de la música.
• Exprese sentimientos mediante sonidos más complejos, como “oh, oh” o “sí”.
• Tenga un vocabulario de entre 20 y 50 palabras por lo menos.
• Pueda hablar y señalar al mismo tiempo.
• Señale algunas partes del cuerpo cuando usted se lo pida.
• Siga las instrucciones simples, como “Haz girar la pelota” o “Dale un beso al bebé”.
• Responda a preguntas sencillas, como “¿Quién es esa persona?” o “¿Dónde está tu calzado?”.
• Escuche cuentos, canciones y rimas sencillas.
• Señale imágenes en un libro cuando usted se las nombre.
• Utilice muchas palabras nuevas.
• Comience a nombrar imágenes de libros.
• Haga preguntas, como “¿Qué es eso?” y “¿Quién es esa persona?”.
• Junte 2 o 3 palabras en frases como “Más manzana, por favor” y “No cama”.

Qué puede hacer para contribuir al desarrollo del niño

Es posible que su niño no tenga mucha energía durante su tratamiento. Pero sigue siendo importante ayudarle a moverse, comunicarse y jugar como parte de su rutina diaria.

Aquí hay algunas cosas que puede hacer para ayudarle:

• Haga que se suba y baje de los muebles al jugar.
• Practique subir y bajar las escaleras agarrándole la mano.
• Practique las destrezas de atrapar, lanzar y patear la pelota.
• Juegue juegos de imitación.
• Pídale que dibuje con crayones y marcadores de diferentes colores.
• Hágale jugar con bloques, juegos de encastre y rompecabezas.
• Háblele mientras hacen algo o van a un lugar.
• Use palabras y oraciones cortas que su niño pueda copiar. Use gramática correcta.
• Juegue con sonidos durante las actividades que realicen. Por ejemplo, puede hacer burbujas y el sonido “b-b-b-b”, o bien reventarlas y hacer el sonido “p-p-p-p”.
• Agregue comentarios a las palabras que el niño diga. Por ejemplo, si dice “Automóvil”, usted puede decirle “¡Tienes razón! Es un automóvil rojo grande”.
• Háblele de imágenes en libros.
• Haga que señale las imágenes que usted nombre.
• Pídale que nombre imágenes. Incluso si no responde, siga haciéndolo. Un día, le sorprenderá pudiendo nombrarlas.
• Jueguen mientras le da de comer.
• Coma junto con el niño. Siempre que pueda, comparta los alimentos.
• No alimente al niño a la fuerza si no quiere comer.

Cuándo llamar al proveedor de cuidados de la salud de su niño

Llame al proveedor de cuidados de la salud de su niño si este:

• Se cae con frecuencia o con facilidad.
• Camina con dificultad.
• No puede correr.
• No sigue instrucciones simples.
• No emplea frases de dos palabras, como “Tomar leche”.
• Pierde las habilidades que tenía.
• No le gusta cuando ocurren cambios en su entorno, como el nivel de ruido o la iluminación de la habitación.
• Es quisquilloso con los alimentos o solo quiere el biberón.
• No comienza a ingerir alimentos sólidos.
• No nombra personas u objetos conocidos.

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