Una de las técnicas en las que me especializo es la cirugía endoscópica. Este método utiliza pequeñas cámaras llamadas endoscopios que se insertan a través de pequeñas incisiones o aberturas en el cuerpo, como la nariz y la boca. Realizo este tipo de cirugía para las afecciones mencionadas anteriormente, así como para la hidrocefalia (agua en el cerebro) y quistes coloides, que se forman dentro de los ventrículos del cerebro. La cirugía endoscópica ha revolucionado la forma en que tratamos estas enfermedades. Reduce el riesgo de complicaciones y mejora la recuperación, pero es tan eficaz como la cirugía abierta tradicional. También utilizo este método para tratar a algunos pacientes adultos, además de niños.
En mi investigación, mi laboratorio se centra en mejorar los resultados de los niños con tumores cerebrales. Estudiamos modelos de tumores cerebrales y nuevos enfoques de quimioterapia.
También estudiamos el uso de catéteres muy pequeños para administrar medicamentos a partes del cuerpo a las que no se puede acceder mediante cirugía. Esta técnica se conoce como administración mejorada por convección. Nuestro trabajo ha allanado el camino para los ensayos clínicos y la posibilidad de tratamientos eficaces para niños que de otro modo no tendrían estas opciones.
Por ejemplo, en un ensayo clínico de fase I que dirijo en niños con glioma pontino intrínseco difuso (DIPG), un tipo de tumor del tronco encefálico, estamos evaluando la eficacia y seguridad de administrar diferentes dosis de un nuevo fármaco directamente en el tumor mediante entrega mejorada por convección. Obtenga más información sobre este ensayo clínico y la elegibilidad para la inscripción llamando al 212-639-2336.
Además de mi función de neurocirujano en Memorial Sloan Kettering, soy vicepresidente del Departamento de Cirugía Neurológica, director de Cirugía Neurológica Pediátrica y profesor de Cirugía Neurológica y Pediatría en Weill Cornell Medical College. A nivel nacional, soy presidente del Comité de Neurocirugía del Grupo de Oncología Infantil y formo parte de los consejos editoriales de varias de las revistas de neurocirugía revisadas por pares más destacadas.
Me inspiran los niños que trato y el compromiso de sus padres. Cuando conozco a un paciente, trato de ganar un nivel de confianza y brindarle consuelo. Reconozco que la honestidad, la integridad y la humildad son componentes importantes de mi relación con mis pacientes y sus padres. Estas virtudes forman la base de todo lo que hago.
